Siguiendo con la reutilización de animales de plástico en desuso, te propongo una colorida forma de organizar materiales aprovechando también botes de conservas. Si en la entrada anterior mostraba mis reparos ante las pinturas en spray, aquí su uso es inevitable. La gracia del bote consiste precisamente en pintar la tapa y el animal del mismo color y que éste sea alegre (personalmente me rechinan el dorado y el negro). Aunque no me gusten los aerosoles contaminantes y no piense usarlos, he de confesar que el resultado final me convence lo suficiente como para mostrarte más imágenes:
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