Un material tan cálido como la lana no puede faltar en tus decoraciones invernales. En forma de pompones el efecto será mucho más amoroso, y con dos o tres consigues un muñeco de nieve tan mullido y entrañable como el de la imagen superior. También puedes usar lana fieltreada (cardada con aguja) o bolitas textiles compradas si quieres apurar tiempo, pero la elaboración manual de los pompones es tan gratificante que una vez terminados no puedes dejar de manosearlos.
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