Esta entrada está dedicada a Fernando, un entusiasta maestro de infantil que ha decidido vivir la aventura de una pequeña escuela unitaria en un pueblecito de la Vera. Este curso ha estado trabajando con el tema del agua y esta actividad me parece una estupenda forma de compartir, experimentar, crear, reciclar y aprender jugando. Idear un circuito, prepararlo y montarlo supone todo un pequeño reto colectivo para un grupo de niñas y niños. El soporte ha de ser vertical y se puede usar un tablero viejo, un panel, una pared, un poste o una valla. Para el recorrido se reutilizarán cubos viejos, bandejas y envases usados, embudos, restos de tubos y mangueras y muchas botellas y garrafas de plástico.
Buscando siempre la aplicación artística, me resultan especialmente inspiradores los diseños con dos o más trazados independientes por los que verter agua de distintos colores. Así se puede observar el resultado de la mezcla en un mismo recipiente al final del circuito. No tienes más que comprobar lo sencillo que es su montaje y la fascinación que ejercen los circuitos de agua en el siguiente álbum:
¡Que divertido lo de jugar con el agua!
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