vía pinterest
No voy a descubrirte nada nuevo, seguro que más de una vez has lavado un bote de conserva de cristal porque te parecía bonito. Y puede que lo hayas aprovechado como florero si ha surgido la ocasión. Tan sólo quería mostrarte imágenes para recordarte lo bien que puede quedar un simple tarro de cristal con unas flores. Aunque en algunas de ellas se adorne con un poco de cuerda, sin ella también quedaría bien:
Curiosamente, cuando empleamos más de un bote parece que hay una intención de vestir una mesa para alguna ocasión especial, pero no tendría que ser así. Los detalles no precisan calendario. La imagen superior es un buen ejemplo de sencillez (aunque esta vez una cuerda quedaba mejor que la cinta con lazo), descubre más ejemplos aquí:
Y ahora sí que te muestro una forma muy original de decorar con una intención más festiva: colgando los floreros para ambientar una reunión. En una de las imágenes superiores los botes se atan por la rosca con cuerdas a distintas alturas, en la otra se ha formado un camino con botes sujetos con rafia a varas cogidas del campo. Se pueden colgar de una viga, una madera, una arandela metálica sujeta a una tabla, un soporte de hierro... Elige entre las siguientes opciones, merece la pena probar alguna :
Y por último, una variante para celebraciones más numerosas que requieran público sentado. Aquí los botes se cuelgan del respaldo de las sillas situadas en los extremos de las filas. Y aunque las imágenes que he encontrado son más bien de bodas, se podrían usar en cualquier otro evento. Si quieres sorprender con esta decoración, tienes que empezar a reunir suficientes botes para lograr el adecuado impacto visual, y en vez de tanta flor blanca convendría usar más hojas verdes como las de la hiedra o el helecho, o ramilletes de romero, brezo o lavanda. A veces lo más bonito es lo que tenemos más a mano y sin coste alguno, no nos compliquemos con sofisticaciones innecesarias y costosas.
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