Como puedes apreciar en la imagen superior, para convertir un sandwich en un monstruo basta un corte en zigzag e improvisar un par de ojos. En la imagen inferior el corte es circular, el queso también se recorta en forma de dientes, el jamón se convierte en lengua y los ojos son dos aceitunas rellenas clavadas con palillos. El resultado final gustará tanto a niñas y niños que en cuanto lo vean querrán preparar uno inmediatamente (y si quieres acompañarlos de búhos consulta esta entrada). Encontrarás más ideas monstruosas en el álbum.
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