Retomamos los rollos vacíos de papel higiénico (es increíble la de aplicaciones que pueden tener) para tres "terroríficas" propuestas. La primera de ellas es la elaboración de unas pequeñas momias. En la imagen superior primero se ha pintado el tubo de cartón de color negro para que resalten los ojos móviles, y luego se ha ido enrollando una venda de gasa de farmacia.
En la segunda imagen, simplemente se ha ido pegando papel higiénico enlazándolo con lana blanca, y al añadir ojos de distinto tamaño el resultado final queda más gracioso. Las dos versiones son deliciosas y en el siguiente álbum puedes descubrir alguna más:
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