Después de tanto florero, le toca el turno a las flores hechas a mano. Si no dispones de terraza, patio o jardín o padeces síntomas de alergia, esta propuesta permitirá que la primavera también llegue al interior. Me encantan las flores hechas con hueveras. Su mayor ventaja es que su forma se asemeja a la de una flor y algunas traen ya un orificio por el que se puede hacer pasar el tallo, como puedes ver en la imagen superior. Un material tan fácil de conseguir y que normalmente se deshecha, puede convertirse en algo tan espectacular como los ejemplos que aparecen en el siguiente álbum:
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