Te presento una idea estupenda para el juego
simbólico, aquel que se inventa como recreación de la realidad, de todo lo que
las niñas y niños observan y experimentan diariamente para luego recordarlo,
comprenderlo, interpretarlo, transformarlo, adaptarlo a sus necesidades, sus
miedos, sus vivencias, sus deseos…
Como puedes ver en las fotos, basta una colcha
sobre unas sillas, unas telas colgadas con pinzas o unas sábanas pintadas para
crear la magia de un pequeño universo. Donde sentir la protección necesaria. Donde poder ensayar tiempos, espacios, reglas. Donde poder digerir enfados,
expresar afectos, ahuyentar miedos, verbalizar sentimientos, integrar
vivencias.
Espero que no te desanimen los ejemplos más elaborados
y hechos a la medida exacta de la mesa, a mí me funcionaron muy bien unos paños
con una cinta de velcro que se adhería a
otra pegada por debajo del tablero de la mesa. Cuanto más sencilla sea la elaboración,
más imaginación desarrollarán en el juego.
¡Es auténtico! Con que poco podemos hacer felices a los peques.
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