Con un apellido como el mío (ZON), no podía sino escoger una palabra tan sonora como ZIGZAG, una palabra que es un trazo rápido en sí misma, que se pronuncia mientras se dibuja en la mente y se adivina en el papel, que implica movimiento, que es alternativa, que entra y sale, que se asoma a otras realidades, que permite la flexibilidad. Un zigzag como la vida misma, con bajadas, subidas, rodeos, bifurcaciones.
En el imaginario colectivo
chino se cree que los malos espíritus sólo pueden avanzar en línea recta, que
quien avanza por un camino serpenteante deja atrás la negatividad y los malos
augurios. Pues bien, este es un blog en el que prefiero subir la montaña con un
zigzagueo para poder asomarme por todas sus vertientes, investigar sus laderas,
admirar sus flores y, de todas ellas, escoger tan sólo las que mejor se adapten
al hueco de mi mano, a la cadencia de mis pisadas. La mayoría de las veces, meta
y viaje son uno solo, y ninguno se puede disfrutar sin el otro. Te invito a compartir al
menos algún trecho.