La figura de un árbol como eje único bifurcándose en
múltiples ramas se asemeja a la representación gráfica de una familia y su
descendencia, simbolizando el colectivo humano del que derivan las distintas
individualidades conectadas entre sí como ramificaciones que son de un mismo
tronco. Te
propongo la realización de un árbol genealógico en la pared: una vez logrado el trazado (lo
más difícil si lo haces a mano, aunque siempre puedes recurrir a un vinilo como
los que aparecen en muchas de las fotos), sólo hay que clavar tantas escarpias
como imágenes de familiares queramos colgar. El resultado es impresionante pero
hay que tener cuidado: observar el proceso evolutivo familiar de forma “darwiniana”
en tamaño grande no es apto para cualquier pared ni cualquier hogar. El peso de
las distintas partes debe estar equilibrado y ubicado en un espacio neutro,
jamás en la cabecera de una cama conyugal por razones obvias. En caso de
disfunción familiar, siempre es factible colgar otro tipo de cuadros porque como
puedes observar a continuación la idea sigue siendo buena. Más abajo te dejo el álbum con las fotos "geneálogicas":
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