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domingo, 3 de noviembre de 2013

ARTISTAS : MARIE CHRISTOPHE. Trazos en el aire.


“Mi trabajo comenzó cuando hice algunos dibujos para unas esculturas. Mirando la belleza de esos esquemáticos contornos me pareció que estaban completos en sí mismos, así que decidí no llenarlos sino mantenerlos livianos y aireados para que lucieran como si en cualquier momento pudieran empezar a bailar sobre el papel”


 “Cuando era estudiante tenía un estudio muy pequeño y elegí el alambre porque no ocupaba mucho espacio”


Se autodefine como diseñadora y escultora. Esta artista francesa con casa y atelier en las afueras de París (que comparte con el también diseñador francés Emmanuel Fenasse), adora el hilo de alambre por su ligereza y fluidez. Hija de arquitecto, con formación autodidacta, trabaja 8 horas diarias y completar una pieza puede llevarle un mes de trabajo. No puede usar guantes porque necesita sentir el tacto del material; su creatividad la alimenta con viajes, lecturas y exposiciones de arte. Cuando le encargan una pieza, le gusta trabajar intercambiando ideas, tomando cada proyecto como una nueva aventura. Algunas de las primeras peticiones fueron un conjunto de animales del ártico para el escaparate navideño de la boutique Victoire y una serie de caballos para Hermès, seguidas por otras para varias firmas prestigiosas como Dior, Cartier, Baccarat, Vuitton,  Pierre Bergé y Roger Vivier, así como el local parisino Colette.


Las obras más reconocibles de Marie Christophe son sus famosas lámparas de araña de corte clásico con aplicaciones de cristal, que más tarde derivarían hacia otras lámparas con pie más contemporáneas (ambos tipos aparecen en uno de los enlaces de diapositivas, aunque faltan las de animales, menos atractivas para mí). No son precisamente estas lámparas clásicas lo que más me gusta de su trabajo, porque a mí el mundo de la moda y las boutiques me da un poco de pereza (supongo que Marie Christophe ha debido tener algún contacto previo o ha debido causar una gran impresión en ese medio para conseguir tan bien remunerados encargos). Sus animales son auténticas estructuras en 3D livianas y contundentes a la vez; sin embargo, lo que más me fascina son los objetos cotidianos: las tijeras, los guantes, el movimiento de la ropa colgada en perchas y de las botas... Son como un boceto a tinta en el aire ante el que la artista se pregunta:
¿Dónde termina el arte y comienza el objeto?



 
Puedes conocer mejor su trabajo  visitando su web: