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domingo, 8 de marzo de 2015

DISFRAZ DE FRIDA KAHLO.

Con motivo del Día de la Mujer, hace un año publiqué una entrada sobre disfraces con superpoderes que consiguió que mi hija disfrutase en su colegio del "supertraje" que habíamos elaborado juntas (aunque los apresurados accesorios de cartulina no duraron mucho). Este año, a pesar de que el carnaval ya se haya celebrado, te propongo otro disfraz nada princesil y nada cursi: el de Frida Kahlo.



Frida (Coyoacán, 1907-1954) fue hija de un fotógrafo germano-húngaro y una mexicana. Desde pequeña destacó por su rebeldía y su fuerte personalidad, a pesar de que a los 6 años una poliomelitis le dejara una pierna mucho más delgada que la otra. A los 18 años, sufrió un grave accidente de tranvía que marcaría el resto de su vida y provocaría lesiones permanentes: tres fracturas en la columna, once en la pierna derecha, rotura de la pelvis (en tres lugares), de la clavícula y de dos costillas; hombro izquierdo dislocado y pie derecho (además de dislocado) aplastado. Un pasamanos le atravesó el abdomen desde el costado izquierdo.



Se sometió a la tortura de numerosas operaciones quirúrgicas (32 en total), de largos períodos de convalecencia con corsés de yeso (en sus últimos años llegó a usar 25) y de mecanismos de estiramiento de columna. El último año de su vida fue un auténtico sufrimiento, ya que la amputación de una pierna por gangrena la sumergió en una depresión que la llevó a intentar suicidarse en un par de ocasiones.


Al permanecer tanto tiempo postrada en la cama, Frida encontró en la pintura un medio para expresar su dolor y sus sentimientos. Pasaba largas horas delante de un espejo autorretratándose y buscando su identidad. No sólo sufrió dolor físico, su matrimonio con el pintor Diego Rivera resultó tormentoso debido a las numerosas infidelidades de él (llegó incluso a mantener una relación con la hermana de la pintora). Además, los abortos sufridos la marcarían durante mucho tiempo. Curiosamente, fue Diego quien le pidió que no se depilara y que vistiera con ropas y adornos tradicionales como reivindicación de la mexicalidad, a lo que ella accedió para complacerle.


Pero lo más llamativo de su historia es que, pese a todas las dificultades que encontró, Frida siempre buscó la manera de sentirse mejor. El dolor crónico generalizado, la fatiga extrema, los cambios de humor y los sentimientos de tristeza, depresión y ansiedad han sido reinterpretados recientemente como síntomas de fibromialgia postraumática, una enfermedad que entonces no era reconocida. Nunca se vio a sí misma como una víctima ni se daba por vencida fácilmente, supo enfrentar el sufrimiento con una gran actividad e inquietud por sentir la vida y sentirse viva. Viajó para exponer sus obras a París, San Francisco y Nueva York, se relacionó intensamente con personalidades de su época, fue profesora en la Escuela Nacional de Pintura y mantuvo una gran actividad política.


El año anterior a su muerte se organizó la primera exposición individual sobre su obra. El día de la inauguración, Frida estaba convaleciente y los médicos le prohibieron que se levantara. Como Frida no quería perderse el evento, consiguió que una ambulancia la trasladara a la galería y que instalaran su cama en medio de la sala, ante el asombro de periodistas y asistentes. Calmó su dolor con analgésicos y contó chistes, cantó y bebió.
Como homenaje a esa entereza. en el siguiente álbum te muestro varias imágenes de Frida junto a sus obras o pintando:



La primera foto que vi (y que me encantó) de una niña disfrazada de Frida Kahlo fue la de la imagen inferior:

Me pareció una idea muy original y una muy buena forma de dar a conocer esta artista a las más pequeñas. Está realizada en San Francisco por Jordan Ferney, la autora del blog OH HAPPY DAY. Jordan lo propone como uno de los tres disfraces económicos y rápidos para Halloween que se han inspirado en Frida, Andy Warhol y Vincent Van Gogh (si sigues el enlace podrás ver el reportaje completo).

La imagen superior y la del comienzo de esta entrada es parte del proyecto colectivo que Carol (autora junto a Eva del blog hadas y cuscús) describe entusiasmada por la propuesta de Raquel (autora del blog petit on) de rendir un homenaje a personas reales que se convierten en héroes o heroínas por sus aportaciones a un mundo que no sería como lo conocemos sin ellas. A su vez, Raquel se inspiró en la sesión que realizó la fotógrafa Jaime Moore caracterizando a su hija de 5 años, Emma, como Coco Chanel, Amelia Earhart, Hellen Keller, Jane Goodall o la sufragista americana del siglo XIX Susan B. Anthony. Jaime quería que su hija dejase por un momento las muñecas Barbie y las princesas Disney para mostrarle mujeres reales como ejemplos a seguir.

Y con la sorprendente imagen superior comprobarás que el homenaje a Frida Kahlo también lo puede realizar un hombre. Sólo se necesita un moño o recogido de trenzas, flores para el pelo, pendientes grandes, un huipil o blusa estampada con falda hasta los pies, un collar largo y lo más característico: bigotillo y entrecejo. Puedes completarlo con un pañuelo o tela a modo de rebozo. En el siguiente álbum encontrarás a unas cuantas niñas reivindicando deliciosamente una imagen muy femenina que hoy en día sería rechazada por no cumplir los cánones estéticos. ¡Súmate a esta iniciativa!:


¡FELIZ DÍA DE LA MUJER!

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